"Rebel Rebel" por Russell Marshall
por Jonatan Erlandsson
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Russell Marshall es un artista, periodista, director de arte y diseñador con sede en Londres, y cuenta con 25 años de trayectoria en la prensa sensacionalista británica. Su trabajo utiliza imágenes icónicas de celebridades junto con técnicas de producción clásicas como la serigrafía, la fotomecánica, la separación de color, los colores CMYK y los semitonos.
El estilo retro de producción de Marshall y su elección de imágenes provienen de la época dorada de la prensa sensacionalista, cuando las mejores fotos y las mejores historias hacían las mejores portadas.
Destacando a las verdaderas “estrellas” del pasado —y unas pocas del presente— en contraposición a lo que hoy significa la palabra “celebridad”, las serigrafías de Russell Marshall celebran a algunos de los íconos más grandes de los últimos 50 años, reavivando su estatus, sus historias y nuestro amor por ellos. Anteriormente galardonado como director de arte y periodista en prensa escrita, el uso audaz del color, las técnicas de producción y la selección de imágenes inolvidables son lo que da a su obra un atractivo atemporal, cada pieza narrando una historia al espectador gracias a una investigación meticulosa.
GREAT ESCAPE:
Steve McQueen: Arrestado por conducir ebrio en Anchorage, Alaska, en 1972. Testigos informaron que McQueen, de 42 años, atravesó la ciudad en un Oldsmobile Tornado: a gran velocidad, haciendo “donuts” y derrapes con el freno de mano. McQueen realizó una voltereta hacia atrás durante la prueba de sobriedad en carretera.
REBEL REBEL:
David Bowie: Arrestado en el norte del estado de Nueva York el 25 de marzo de 1976 por posesión de marihuana. Bowie, de 29 años, fue detenido junto con Iggy Pop y dos personas más en un hotel en Rochester tras un concierto. Pasó varias horas en la cárcel del condado de Monroe antes de ser liberado.
DEVIL IN DISGUISE:
En 1977, se prescribieron más de 10.000 dosis de sedantes, anfetaminas y narcóticos a nombre de Elvis Presley.
WHISKY IN A JAR:
La Ruta 66 —la “carretera madre” de América— ofreció una vía de escape a la pobreza del Medio Oeste durante la Gran Depresión de los años 30, para cientos de miles de personas que buscaban alcanzar el Sueño Americano en California. Los moteles familiares, tiendas, cafeterías y gasolineras competían por atraer clientes con increíbles letreros de neón.
Cuando la Ruta 66 fue reemplazada por carreteras más grandes y rápidas, los clientes dejaron de pasar y los negocios quebraron. Muchos de aquellos letreros permanecen en secciones abandonadas de la carretera… descoloridos por el sol y erosionados por los vientos del desierto. Fantasmas del pasado, arte pop americano desvanecido.