Daniel Featherstone

Daniel Featherstone captura Nueva York en movimiento: una ciudad de contrastes donde aristócratas, miembros de la realeza autoproclamada y trabajadores cansados ​​comparten las mismas aceras. Su lente se dirige a las calles que rodean Grand Central, transformando a los transeúntes en iconos en un instante. Miradas, estilos y gestos se convierten en fragmentos de historias, tan inmediatas y poéticas como los poemas de almuerzo de Frank O’Hara. Featherstone busca lo que yace bajo la superficie: un rizo al viento, una arruga que revela toda una vida, una mirada que oscila entre el desafío y la vulnerabilidad. Es en estos momentos fugaces —a menudo cuando el sujeto se da cuenta de repente de que está siendo fotografiado— donde sus imágenes adquieren su cruda intensidad. Con raíces en el grafiti y el diseño gráfico, Featherstone aporta a su fotografía un agudo sentido del color, el equilibrio y la textura. Su estética es refinada, pero los encuentros siguen siendo espontáneos, una práctica que le permite retratar a las personas en su estado más vulnerable.