Brooklyn Jets, 2015
Caminando por Tillary Street en Brooklyn, me topé con dos canchas ubicadas en el corazón de las Ingersoll Houses. Nadie jugaba, solo un gato medio dormido y cientos de palomas peleando por migajas de pan. Un paso dentro de la pintura bastó para hacer que la bandada alzara vuelo hacia el cielo, creando una perspectiva poética sobre dos de las cosas más comunes en NYC: palomas y baloncesto.